En 2003, comité internacional de Reanimación publicó un documento de consenso acerca de la resucitación que fuertemente recomendó que "la resucitación cardiopulmonar fue incorporada como parte del programa de estudios en las escuelas." En reanimación cardiopulmonar año siguiente la Asociación Americana del Corazón recomendó que las escuelas "establecieran como objetivo el entrenamiento de todos los docentes en reanimación cardiopulmonar y primeros auxilios y de los alumnos en reanimación".
Antecedentes
La muerte súbita cardiaca es una de las principales causas de muerte en Estados Unidos y Canadá. Se estima que cada año los servicios de emergencia asisten 294,851 paros cardiacos extrahospitalarios en los Estados Unidos. La sobrevida,, definida por el alta del hospital, varía ampliamente según las regiones, pero en promedio estima en 7, 6% a 7, 9%. La provisión de reanimación cardiopulmonar es sabido que constituye determinante crítico de la sobrevida de paro cardíaco extrahospitalario. Sin embargo, en muchas zonas de los Estados Unidos y Canadá menos de una de cada tres víctimas de paro cardíaco recibe esta asistencia por parte de testigos.
Los desfibriladores externos automáticos pueden ser encontrados en forma creciente en lugares de trabajo, otros lugares públicos. En el ensayo de Acceso del Público a la Desfibrilación, los índices de sobrevida se duplicaron en zonas en las cuales los desfibriladores externos automáticos estaban disponibles y se implementaron planes de emergencia para la respuesta frente un paro cardíaco. No hubo choques inapropiados a lo largo del estudio de 3 años de duración, durante el cual ocurrieron 260 paros cardiacos en 622 sitios con desfibriladores externos automáticos. Otros estudios han demostrado índices de sobrevida aún mayores (47, 6%-53%).

Fundamentos para la enseñanza de reanimación cardiopulmonar a estudiantes de escuelas secundarias
Las recomendaciones del comité internacional de Reanimación fueron basadas en parte en la opinión acerca de la cual a largo plazo los niños entrenados en reanimación contribuyen significativamente al número de adultos entrenados en reanimación en la comunidad.

Impacto a corto plazo: los adolescentes como potenciales rescatadores. A corto plazo, los niños y menos probable que presencia en paro cardíaco extrahospitalario y ayuden a una víctima debido al riesgo relativamente bajo de paros cardiacos en su grupo de edad. Algunos estudios que documentan reportes voluntarios de paro cardíaco extrahospitalario de estudiantes secundarios y universitarios sugieren una incidencia de 0, 28 a 1 muerte cada 100,000 atletas por año, comparado con la incidencia global estimada de paro cardíaco extrahospitalario en los Estados Unidos de 96, 8 por 100,000 personas anualmente.
Aunque el riesgo de paro cardíaco extrahospitalario en una escuela es relativamente bajo, los costos emocionales asociado con la muerte súbita de un niño son enormes. El incremento del porcentaje de estudiantes, personal y docentes entrenados en reanimación cardiopulmonar aumenta la posibilidad de que alguien rápidamente pueda iniciar reanimación cardiopulmonar en una víctima de paro cardíaco. Además, un niño entrenados en terminación cardiopulmonar puede estar presente en la escena de un emergencia médica en localizaciones diferentes de las escuelas. Por ejemplo, estudio de mercado realizado en 2003 mostró que el adolescente típico norteamericano pasa 58 horas por mes en centros comerciales. Becker y colaboradores identificaron a los centros comerciales como el sitio en esto ocurre una de las más altas incidencia de paro cardíaco (0, seis eventos por año) sobre un total de 23 categorías establecimientos cívicos y comerciales examinados en la zona de Seattle.
Impacto a largo plazo: entrenamiento para el futuro. Diferentes estudios publicados acerca de la retención de habilidades psicomotoras sugieren que el entrenamiento temprano puede contribuir a mayores niveles de habilidades en el futuro.

Recomendaciones para la implementación de reanimación cardiopulmonar y entrenamiento en reanimación cardiopulmonar / manejo de los desfibriladores externos automáticos en las escuelas
Destinatarios del entrenamiento. En un estudio de Jones y colaboradores, solamente los niños de 13 a 14 años en adelante realizaban las compresiones torácicas tan bien como los adultos. Lograr la profundidad de las compresiones en víctimas adultas de un paro cardíaco y quiere la aplicación de aproximadamente 50 kg. Por este motivo, es razonable limitar la práctica de las habilidades para la compresión del tórax a niños en el colegio secundario mayores de 13 años.

Aspectos críticos en el entrenamiento en reanimación cardiopulmonar
1) Reconocimiento de la Emergencia. Los criterios de la Asociación Americana del Corazón para que los resucitadores inicien reanimación cardiopulmonar convencional son simples: la víctimas debe estar sin respuesta y con respiración ausente agónica. Es importante que la respiración agónica no se confunda con una respiración normal.
2) Compresiones torácicas de alta calidad. Proveer compresiones torácica de alta calidad es la única habilidad psicomotora necesaria para la enseñanza.
3) Entrenamiento en el manejo del desfibrilador externo automático. En una investigación en la que se emplearon simulacros de paro cardíaco para familiarizar a estudiantes que no tenían entrenamiento previo en el uso de los desfibriladores externos automáticos, el tiempo hasta la desfibrilación, la colocación de los parches y el cumplimiento de las órdenes del dispositivo que instaba a mantenerse alejado de la víctima durante la entrega del choque fue de 90 segundos para los estudiantes y de 67 segundos para los profesionales.
Los hallazgos de diferentes estudios muestran que el uso del desfibriladores externo automático en principio sólo requiere habilidades cognitivas. Se recomienda que los programas de entrenamiento que incluyen el manejo de desfibriladores externos automáticos enfatizan las habilidades en relación con la ubicación de los parches cutáneos y con el alejamiento de la víctima en el momento de la descarga.
Duración del entrenamiento
la duración mínima recomendada para el curso de entrenamiento en reanimación cardiopulmonar en escuelas varía según diferentes factores: a) modo de dictado (cursos autodirigidos vs. cursos tradicionales con un docente), b) número de sesiones (100 curso se desarrolla en una sesión o en diferentes sesiones), c) si se desea o no entregaron certificación (que requiere más tiempo para una prueba final de las habilidades), d) cantidad de estudiantes maniquí, e) tiempo total permitido a cada estudiante para practicar habilidades psicomotoras, y f) prácticas adicionales (reanimación cardiopulmonar infantil, práctica del manejo del desfibriladores externo automático, tratamiento de la asfixia).
Numerosos estudios han demostrado que los estudiantes pueden lograr aceptables niveles de habilidad en reanimación cardiopulmonar de adultos en menos de 30 minutos a través de un programa de auto-enseñanza basado en videos. Un típico curso diseñado para escuelas y dirigido por un instructor requiere en cambio por lo menos dos o tres horas si se incluye la reanimación cardiopulmonar infantil.
Estrategias de entrenamiento
Un facilitador típicamente estar presente cuando un entrenamiento basado en videos se usa en grupos. El entrenamiento basado en videos se ha demostrado que es por lo menos tan efectivo como los cursos tradicionales guiado por un instructor. Por otra parte, esto reduce la necesidad de instructores, lo que simplifica la logística y reduce los costos.
El uso domiciliario de herramientas de entrenamiento autodirigido multiplica al menos por 3 el número total de personas entrenadas en la comunidad y expande significativamente la distribución de edades de aquellos que se han entrenado.
Desarrollo del programa
Las razones más frecuentemente citadas como barreras para proveer entrenamiento es la falta de tiempo en el programa escolar para enseñar reanimación cardiopulmonar (24%), falta de fondos (16%), y dificultades en relación con el horario de los instructores (17%). Esto no sólo se evaluó en los Estados Unidos sino también en Barcelona, España.
Falta de tiempo en el programa escolar. Este inconveniente puede solucionarse en gran medida a través del uso de programas autodirigidos entrenamiento basados en vídeo y mediante programas online.
Falta de fondos. Una evaluación informal conducida por la Asociación Americana del Corazón muestra que las escuelas que proveen entrenamiento en reanimación cardiopulmonar frecuentemente se apoyan fuertemente en recursos externos más que en su propio presupuesto. La existencia de financiamiento externo frecuente toma la forma de colaboraciones entre las escuelas y entidades privadas tales como fundaciones, organizaciones civiles o empresas y entre las escuelas y otras agencias públicas tales como el departamento de bomberos o los sistemas de emergencia médica.
Dificultades en relación con el horario de los instructores. La participación de voluntarios seguramente reducirá los costos de los programas.
Equipamiento. Más allá de la compra inicial, el almacenamiento y el mantenimiento de los maniquíes entre los cursos consume recursos considerables. Es posible reducir estos costos mediante la disponibilidad de voluntarios, estudiantes o miembros de la Asociación de Padres que pueden colaborar en estas actividades.
Estado actual de la legislación que regula el entrenamiento en reanimación cardiopulmonar/manejo  de los desfibriladores externos automáticos en las escuelas
Treinta y seis estados sobre 50 de los EE.UU. tienen legislación que se refiere al entrenamiento en reanimación cardiopulmonar en las escuelas. Solamente seis estados explícitamente exigen cursos de entrenamiento que incluyen la práctica de habilidades. En los otros 30 estados las leyes o los programas describen expectativas en relación con el entrenamiento en una variedad de modos menos rigurosos. En los restantes 14 estados y en el distrito de Columbia (en el que se encuentra la ciudad de Washington) entrenamiento en reanimación cardiopulmonar en las escuelas nuevas mencionados en la legislación ni en el contenido de los programas escolares.
Esa recomendación de la Asociación Americana del Corazón que el entrenamiento en reanimación cardiopulmonar sea un requerimiento para la graduación en las escuelas secundarias.